Los inversores inmobiliarios británicos han puesto la mirada sobre la Costa del Sol y los planes de Reino Unido de abandonar la UE no están frenando un abanico de nuevas propuestas vinculadas al ladrillo. Entre las grandes apuestas destaca la del fondo de inversión Round Hill Capital, con sede en Londres, que ha elegido la Costa del Sol para iniciar su expansión por España. El grupo de Michael Bickford ha abierto oficina en Madrid y busca posibles propiedades en la capital, Barcelona y la franja occidental del litoral malagueño, hasta Sotogrande. Su primera adquisición ha sido una bolsa de suelo de 50 hectáreas en Ojén, a escasos cinco minutos de Marbella, comprada a la Sareb (el banco malo) por 30 millones de euros para promover 600 apartamentos de lujo. Es el primer gran proyecto inmobiliario en la zona desde el inicio de la crisis.