Los operadores de telefonía móvil T-Mobile US, filial de la alemana Deutsche Telekom, y Sprint, controlada por el conglomerado japonés Softbank, llegan finalmente a un acuerdo para fusionarse. Lo consiguen tras cuatro años intentándolo. La integración, de ser autorizada por los reguladores de la competencia en Estados Unidos, dejará el mercado concentrado en manos de tres compañías junto a Verizon y AT&T.